Cómo entendí que el agua debía diseñarse y no solo purificarse
Todas las grandes ideas tienen un inicio, el momento en el que la observación se transforma y toma un propósito. La esencia de lo que más tarde sería Accuor nació en un lugar inesperado: aprendiendo de uno de los grandes maestros del arte del bonsái, Kunio Kobayashi.
El maestro cuidaba árboles centenarios con una dedicación absoluta. Pero su verdadero secreto no estaba solo en las técnicas de poda o estética: había estudiado a fondo las necesidades específicas de cada especie y adaptaba el agua que usaba para regarlos. No cualquier agua. Agua diseñada, enriquecida con los nutrientes exactos que cada árbol requería para crecer fuerte y vivir cientos de años para ver a muchas generaciones.
Esa revelación transformó una visión: ¿por qué no hacer lo mismo para las personas?
¿Por qué conformarnos con purificar el agua si podíamos diseñarla para nutrirnos mejor, adaptándola a las distintas etapas y necesidades de nuestra vida?
Así comenzó el viaje de Accuor.
Durante más de ocho años de investigación en Barcelona, un equipo de científicos, ingenieros, farmacéuticos y nutricionistas trabajó para transformar esa inspiración en tecnología. El resultado fue un sistema revolucionario que utiliza nanocápsulas: microestructuras capaces de liberar minerales esenciales en el agua de manera precisa y adaptada a las necesidades de cada usuario. Accuor nace de la fusión entre la tradición milenaria japonesa y la innovación científica europea.
Hoy, Accuor redefine el concepto de hidratación: no solo purifica el agua, sino que la personaliza, convirtiéndola en un vehículo de bienestar y equilibrio diario.